La demencia es una enfermedad neurodegenerativa que afecta mayoritariamente a las personas mayores. Actualmente hay al menos 57 millones de personas alrededor del mundo que padecen esta condición, produciéndose 10 millones de casos nuevos cada año según cifras de la OMS.
La demencia es una enfermedad neurodegenerativa que afecta mayoritariamente a las personas mayores. Actualmente hay al menos 57 millones de personas alrededor del mundo que padecen esta condición, produciéndose 10 millones de casos nuevos cada año según cifras de la OMS.
Sin embargo, las mujeres son un grupo que se ve desproporcionadamente afectado por la demencia. Aunque una de las razones es porque suelen vivir más años que los hombres, los factores sociales también influyen significativamente.
Durante gran parte del siglo XX, las mujeres tuvieron menos acceso a la educación formal, lo cual puede haber afectado el desarrollo de lo que se conoce como reserva cognitiva: la capacidad del cerebro para adaptarse y resistir mejor los efectos del deterioro con el paso del tiempo.
Además, las desigualdades de género en el estilo de vida, como una mayor carga de trabajo doméstico y de cuidados no remunerados, el estrés asociado a estos roles y un acceso históricamente más limitado a la atención en salud mental y física, también incrementan el riesgo de demencia. Estos factores estructurales, acumulados a lo largo de toda la vida, dejan una huella profunda en la salud cerebral de las mujeres al envejecer.
La demencia es un conjunto de síntomas que afectan principalmente la memoria, el pensamiento, el lenguaje y la capacidad para realizar actividades cotidianas. Aunque puede comenzar de forma leve, con olvidos o dificultades para encontrar palabras, con el tiempo estos síntomas se vuelven más notorios y afectan la vida diaria de la persona. La progresión y la combinación de síntomas pueden variar según el tipo de demencia y la historia individual de cada paciente.
Síntomas frecuentes de la demencia:
Esta enfermedad es una causa importante de invalidez y dependencia entre las personas mayores, por lo que es esencial comenzar a prevenirla desde hoy. Adoptar un estilo de vida saludable no solo mejora la calidad de vida, sino que también puede reducir significativamente el riesgo de desarrollar demencia en la vejez.
Algunas recomendaciones para la prevención:
Participar en actividades que estimulen el cerebro, como leer, resolver rompecabezas, aprender un nuevo idioma o tocar un instrumento musical.
La actividad física mejora el flujo sanguíneo al cerebro y puede reducir el riesgo de enfermedades que contribuyen a la demencia, como la hipertensión y la diabetes.
Una dieta balanceada, rica en nutrientes y vitaminas puede tener efectos beneficiosos para el cerebro. Se recomienda incorporar frutas, verduras, granos enteros, pescado y aceite de oliva en su dieta.
Es crucial mantener bajo control ciertos problemas de salud como la hipertensión, el colesterol alto y la diabetes. También es importante evitar fumar y moderar el consumo de alcohol.
Mantener una vida social activa puede prevenir el aislamiento y la depresión, dos factores que incrementan el riesgo de demencia. Participar en actividades comunitarias y mantener relaciones cercanas con amigos, amigas y familiares resulta muy beneficioso.
El sueño de calidad es esencial para la salud mental. Procura dormir lo suficiente y mantener una rutina regular de sueño.
En Clínica Santa Cecilia, tenemos 75 años de experiencia brindando tratamientos psiquiátricos con un enfoque humano y empático. Si crees que necesitas o conoces a alguien que necesite nuestra ayuda, acércate a conversar con nosotras. Te esperamos.
La demencia es una enfermedad neurodegenerativa que afecta mayoritariamente a las personas mayores. Actualmente hay al menos 57 millones de personas alrededor del mundo que padecen esta condición, produciéndose 10 millones de casos nuevos cada año según cifras de la OMS.
La demencia es una enfermedad neurodegenerativa que afecta mayoritariamente a las personas mayores. Actualmente hay al menos 57 millones de personas alrededor del mundo que padecen esta condición, produciéndose 10 millones de casos nuevos cada año según cifras de la OMS.
Sin embargo, las mujeres son un grupo que se ve desproporcionadamente afectado por la demencia. Aunque una de las razones es porque suelen vivir más años que los hombres, los factores sociales también influyen significativamente.
Durante gran parte del siglo XX, las mujeres tuvieron menos acceso a la educación formal, lo cual puede haber afectado el desarrollo de lo que se conoce como reserva cognitiva: la capacidad del cerebro para adaptarse y resistir mejor los efectos del deterioro con el paso del tiempo.
Además, las desigualdades de género en el estilo de vida, como una mayor carga de trabajo doméstico y de cuidados no remunerados, el estrés asociado a estos roles y un acceso históricamente más limitado a la atención en salud mental y física, también incrementan el riesgo de demencia. Estos factores estructurales, acumulados a lo largo de toda la vida, dejan una huella profunda en la salud cerebral de las mujeres al envejecer.
La demencia es un conjunto de síntomas que afectan principalmente la memoria, el pensamiento, el lenguaje y la capacidad para realizar actividades cotidianas. Aunque puede comenzar de forma leve, con olvidos o dificultades para encontrar palabras, con el tiempo estos síntomas se vuelven más notorios y afectan la vida diaria de la persona. La progresión y la combinación de síntomas pueden variar según el tipo de demencia y la historia individual de cada paciente.
Síntomas frecuentes de la demencia:
Esta enfermedad es una causa importante de invalidez y dependencia entre las personas mayores, por lo que es esencial comenzar a prevenirla desde hoy. Adoptar un estilo de vida saludable no solo mejora la calidad de vida, sino que también puede reducir significativamente el riesgo de desarrollar demencia en la vejez.
Algunas recomendaciones para la prevención:
Participar en actividades que estimulen el cerebro, como leer, resolver rompecabezas, aprender un nuevo idioma o tocar un instrumento musical.
La actividad física mejora el flujo sanguíneo al cerebro y puede reducir el riesgo de enfermedades que contribuyen a la demencia, como la hipertensión y la diabetes.
Una dieta balanceada, rica en nutrientes y vitaminas puede tener efectos beneficiosos para el cerebro. Se recomienda incorporar frutas, verduras, granos enteros, pescado y aceite de oliva en su dieta.
Es crucial mantener bajo control ciertos problemas de salud como la hipertensión, el colesterol alto y la diabetes. También es importante evitar fumar y moderar el consumo de alcohol.
Mantener una vida social activa puede prevenir el aislamiento y la depresión, dos factores que incrementan el riesgo de demencia. Participar en actividades comunitarias y mantener relaciones cercanas con amigos, amigas y familiares resulta muy beneficioso.
El sueño de calidad es esencial para la salud mental. Procura dormir lo suficiente y mantener una rutina regular de sueño.
En Clínica Santa Cecilia, tenemos 75 años de experiencia brindando tratamientos psiquiátricos con un enfoque humano y empático. Si crees que necesitas o conoces a alguien que necesite nuestra ayuda, acércate a conversar con nosotras. Te esperamos.
Somos una clínica psiquiátrica con experiencia en atención de calidad para mujeres
